domingo, 27 de mayo de 2012

Que el SUTEBA de Quilmes sea el Sindicato que todos soñamos


La Seccional Quilmes del SUTEBA ha entrado en una situación crítica.

La transformación del “Congreso Pedagógico”, que alguna vez fue de TODOS, en una suerte de congreso partidario de Proyecto Sur y el FAP, armando tribuna con Pino Solanas, Margarita Stobizer, Jorge Cardelli y Vilma Ripoll, entre otros, superó todos los límites y desplazó el eje de lo educativo.

En ese contexto, si bien varios compañeros ajenos a esta práctica han planteado la realización de talleres interesantes durante la tarde, creemos que ha llegado la hora de dar el debate a fondo sobre esta clara violación a la autonomía de nuestra organización por parte de la Azul y Blanca y Alternativa docente, dos de las cuatro agrupaciones que conducen el SUTEBA de Quilmes.

Nos proponemos reconectar al SUTEBA de Quilmes con los principios y valores que le dieron origen: pluralismo, democracia interna e independencia del gobierno y de los partidos políticos. No renegamos de la política ni censuramos a aquellos que de buena fe abrazan una expresión partidaria y se comprometen con ella, sobre todo si se trata de las fuerzas que trabajan en pos de reconquistar y ampliar los derechos populares. Sin embargo este no es el caso de las posturas de los dirigentes de estos mismos grupos partidarios, que los llevaron a apoyar a la Sociedad Rural u oponerse a la estatización de las AFJP, como si los bancos fueran mejor garantía de los aportes de los trabajadores que el estado.Así, traspasan cualquier límite en pos de un proyecto personal o de cúpula, pues se creen elegidos para decidir en cada coyuntura quien tiene la “Verdad” (ellos) y quienes son los “atrasados” a los que hay que llevar de las narices o, en caso de que alguno les oponga resistencia, convertirlo en “enemigo” al que hay que destruir, apelando a recursos que no corresponden a la relación entre compañeros.
Sabemos que apelarán a lo de siempre, prebendas, licencias gremiales (115.b.3), la logística de sus partidos políticos, etc., para seguir con la campaña de calumnias y desinformación y que pondrán ese aparato, al servicio del mantenimiento del status quo.
Una cosa es la participación partidaria desde la esfera de las decisiones personales y otra comprometer la organización que todos integramos, la que debe ser preservada para que prevalezcan aquellas cuestiones que tenemos en común y que hacen a nuestras dos razones de ser como organización gremial: la defensa de nuestros derechos como trabajadores y la de la Educación Pública.
Tampoco confundimos la necesaria autonomía de nuestra organización gremial con una imposible neutralidad, abogamos por un sindicalismo comprometido y que dé la pelea por llevar estas ideas a la agenda política de nuestra sociedad y que participe activamente en la lucha que libra nuestro pueblo por avanzar en una mayor justicia social, por la profundización de la democracia y por afianzar la soberanía nacional y los lazos de hermandad con Latinoamérica y con todos los pueblos del mundo. Esa es también la historia del SUTEBA, que siempre se involucró en la lucha por los derechos humanos, en las batallas contra el autoritarismo y el neoliberalismo y que siempre lo hizo con una vocación nacional e internacional, lo que nos llevó a ingresar a la CTA, a impulsar el crecimiento y fortalecimiento de la CTERA, y a confluir con quienes en nuestra Patria y en otras partes del planeta tienen sueños parecidos a los nuestros y luchan por hacerlos realidad.
Pero creemos que no se pueden dar estos debates si simultáneamente no garantizamos esos mismos valores al interior de nuestra Seccional. Y es eso lo que hoy está en riesgo.
Cuando una cúpula que tiene una visión sectaria y maniquea de la realidad se cree autorizada a pensar y a decidir por el colectivo -por más que mantenga cierta formalidad democrática-, cuando se pretende aniquilar el debate denostando a quienes tienen opiniones diferentes, calificándolos de oficialistas o de traidores, cuando se recurre al doble estándar, uno cuando se está en la conducción y otro cuando se es opositor, cuando se utiliza el vínculo con los funcionarios para reforzar el propio poder interno, cuando se dejan de decir las cosas que hay que decir para no deteriorar la relación con esos funcionarios, cuando se cae en aplicar internamente la lógica de amigo-enemigo, favoreciendo con prebendas a los dóciles, cuando se pretende reemplazar el consenso con la disciplina y la obediencia, cuando todo esto pasa, en definitiva, se empieza a burocratizarse y corromperse.
Hemos sido parte de la construcción de este sindicato, muchos de nosotros desde sus orígenes. No estamos dispuestos a regalárselo a quienes hoy se creen sus dueños. Estamos convencidos de la justicia y de la necesidad de dar esta discusión, y convocamos a ella a todos los militantes, delegados y a todas y todos los afiliados del distrito. Los convocamos a indignarse a comprometerse, a no bajar los brazos, para seguir trabajando para que el SUTEBA de Quilmes vuelva a ser el sindicato que todos soñamos y alguna vez tuvimos.

Movimiento SUTEBA Unido de Quilmes (Agrupaciones Granate - Violeta - Leopoldo Marechal)

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